Hoy me he levantado dando un salto mortal y casi me mato. He echado un par de huevos a mi satén y dando volteretas he llegado al baño. Luego he cogido el ejemplar número 37.796 del Heraldo de Aragón y me he dispuesto a untar en los huevos de mi sartén unas chiquilín cuétara cubiertas con una fina capa de chocolate, dibujito incluído.
La cosa es que todo iba muy bien en mi día del trabajador hasta que leo en portada – letra mega-grande y centradísima-:
RENFE sube el AVE entre Madrid y Zaragoza un 20%, cinco veces más que en el resto de las líneas.
Según un tal Abelardo Carrillo, en adelante Abi, director de Alta velocidad de RENFE, el motivo de la subida es la equiparación del coste con el trazado entre Zaragoza y Barcelona –por supuesto siempre al alza-. Pero lo más escamante es el hincapié que hace Abi en sus declaraciones diciendo: “El AVE no es un servicio público ya que así se recoge en la normativa y el contrato-programa”.
Una desagradable sensación ha empezado a recorrer mi intestino, he pensado: ¿me iré por la patilla?, creo que no, simplemente estoy empezando a cabrearme.
No conozco la normativa y ni siquiera sé qué coño es el contrato-programa. Es posible que ni existan y que ambos sean un recurso de Abi para que nos quedemos con cara de gilipollas, la boina enroscada y pensando: ¡será pués, si lo dice el director que pa´eso ye director del pajáro!.
Pero no, no y no, porque si el AVE no es un servicio público (entiendo yo que entonces es privado) alguien debería de explicarme porque cojones se financia con el dinerito de mi bolsillo, es decir, del bolsillo de todos los contribuyentes.
Probablemente si le preguntamos a Abi nos mandará a preguntar a algún responsable político ya que él no es un servicio público que deba contestar preguntas al público y es así porque lo dice la normativa y el contrato-programa. Además RENFE es una empresa pública que ofrece servicios no públicos, que no privados.
Si buscamos algún responsable político como Magadalena Álvarez o Rodríguez Zapatero, vamos los que aprueban las normativas, preparan los contratos-programa, nos prometen AVES megarápidos y siderales para todos y se gastan millones de millones de dineros de todos los contribuyentes para poner en marcha las infraestructuras superchachis y necesarias para prestar estos servicios que como recalca Abi, son no públicos –luego privados-, nos dirán que las competencias en materia de trenes ibertren y pistas con autopista de scalextric se transfirieron a las respectivas comunidades autónomas por el Real decreto 1546/55 del 12 de Octubre en San Fermín. De nuevo empezaremos a sentir la presión de la boina enroscada y la cara de gilipollas.
Por último nos quedará Marcelino,..., Marcelino que nos dirá que ha encargado un informe jurídico el cual demostrará que el AVE pagado por todos no es un servicio para todos sino para unos pocos. Todo ello por el bien de los ciudadanos de la comunidad y del estado social. Además ya de paso dicho informe demostrará que no es un trasvase sino una conducción para agua de boca urgentísima y necesaria.
Al final, para que nadie me estropee mi precioso día del trabajador he decidido escribir este bonito poema inspirado en la normativa y el contrato-programa:
Con el chacachá del tren, y el chikichí del trin,
que no se dice trasvase,
el teléfono hace rín
y se dice conducción para abastecimiento de agua de boca.
Fin.
que no se dice trasvase,
el teléfono hace rín
y se dice conducción para abastecimiento de agua de boca.
Fin.
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